La obra es un resultado que nace a través de un proyecto de investigación con objetos. A partir de ellos se recupera la historia personal y la relación del padre del director de la obra con él. La obra guarda una sensible línea entre lo ficcional y lo autorreferencial. Los objetos son el legado del fallecimiento del padre y desde ellos se construye el relato y la idea de la familia tipo, compuesta por: padre, madre, hijo, e hija. Una caja de herramientas, una luz portátil para realizar reparaciones, un reloj, una maquina de afeitar, fotografías, una revista y una hoja con bocetos a mano, y hasta la reconstrucción de la trompa de un auto Renault 4s, configuran un museo. El museo propone un recorrido al público en el inicio. Esta primera etapa a modo de cuasi instalación permite al público un primer contacto entre la escena, los objetos y los protagonistas. Entre los objetos, se destaca la presencia de un actor: el Padre, que también conforma parte de la muestra de la instalación. Luego de la recorrida, el público toma su lugar en las butacas. La historia conjuga momentos de gran carga emocional, tensión y humor. Durante el periplo de la misma, surgirán cuestionamientos, aciertos y desaciertos por los que una familia tipo podría llegara a pasar. Relaciones entre adultos, entre hijos y padres e hijos se plasman en distintos niveles. La obra maneja dos estéticas al mismo tiempo: Por un lado, la estética fría y distanciada del museo y; por otro lado, la resignificación del espacio del museo convirtiéndose en el living, en la cochera o el dormitorio. Los personajes casi detenidos en la década de los '80 o los '90, visten colores sepias, con prendas usadas, como si ellos mismos fuesen parte de un recuerdo, como si ellos mismos estuviesen a la altura de aquellos objetos que posee el museo.